La nutrición en el deporte es fundamental sin importar si se practica en formato competitivo o recreativo, pues es una parte importante del rendimiento deportivo de los deportistas jóvenes, además de permitir un crecimiento y desarrollo óptimos. Los macronutrientes, micronutrientes y líquidos en cantidades bien calculadas son esenciales para proporcionar energía para el crecimiento y la actividad deportiva, indispensable para poder hacer frente de forma exitosa a los desafios nutrimentales propios de cada atleta. Para optimizar el rendimiento, los atletas jóvenes necesitan aprender qué, cuándo y cómo comer y beber antes, durante y después de la actividad y es aqui donde la Nutrición Médica deportiva acompaña al atleta contribuyendo a sus objetivos, ya sean competitivos o recreativos.
Las comidas antes y después del ejercicio son las más importantes en la nutrición deportiva. Como regla general, los atletas deben comer aproximadamente dos horas antes de hacer ejercicio y esta comida deben de tener bien calculada la cantidad de carbohidratos, grasas y proteína, para garantizar tanto el crecimiento del atleta, sí como el desgaste inducido por el deporte. Los carbohidratos son la principal fuente de energía que impulsa su régimen de ejercicio y se necesitan proteínas para ayudar al crecimiento y la reparación de los músculos. Después de hacer ejercicio necesitas reponer los carbohidratos que se han consumido y asegurar una adecuada recuperación muscular, incluyendo el aporte proteico correcto en el tiempo de comida post-entrenamiento.
Una hidratación adecuada requiere la ingesta de líquidos antes, durante y después del ejercicio o actividad. La cantidad de líquido necesaria depende de muchos factores, incluidos la edad y el tamaño corporal. Por ejemplo, un determinado atletas podría consumir de 400 ml a 600 ml de agua fría de 2 a 3 h antes de su competición, durante la competencia podría ingerir de 150 ml a 300 ml de líquido cada 15 min a 20 min. Para eventos que duren menos de 1 h, el agua es suficiente. Para eventos que duran más de 60 minutos y/o que se llevan a cabo en climas cálidos y húmedos, se recomiendan bebidas deportivas que contengan 6% de carbohidratos y 20 mEq/L a 30 mEq/L de cloruro de sodio para reponer las reservas de energía y las pérdidas de líquidos/electrolitos. Después de la actividad, los atletas deben beber suficiente líquido para reponer las pérdidas por sudor. Esto suele requerir consumir aproximadamente 1,5 L de líquido/kg de peso corporal perdido. El consumo de líquidos y refrigerios que contengan sodio después del ejercicio ayuda a la rehidratación al estimular la sed y la retención de líquidos. Para los no deportistas, la ingestión rutinaria de bebidas deportivas que contienen carbohidratos puede resultar en un consumo excesivo de calorías, aumentando los riesgos de sobrepeso y obesidad, así como de caries dental y, por lo tanto, debe evitarse. Pero como hemos mencionado lo correcto es que un especialista en Nutrición Médica Deportiva prescriba la cantidad de líquido y electrolítos que se requiere según las condiciones ambientales, el deporte y las características individuales del atleta.
Acompañamiento Médico-Nutricio-Deportivo
Nutrición Médica Deportiva basada en la selección de un modelo dietario médico-deportivo apropiado que ha demostrado que las proporciones de proteínas, lípidos y carbohidratos bien calculadas que se necesitan variarán dependiendo tanto de la intensidad como del tipo de deporte, de manera adicional debe de existir un plan de hidratación propio del deporte y las características únicas del atleta que lo hidraten antes, durante y después del evento competitivo, por lo que para lograr el equilibrio individual se debe de contar con un especialista en Nutrición Médica Deportiva calificado, quien ayude al atleta de cualquier nivel de competencia a lograr una nutrición deportiva óptima para alcanzar sus objetivos de rendimiento.