Nutrición Médica en la Lactancia

NO ES LO MISMO COMER MÁS QUE COMER MEJOR. Comer mejor es lo más importante que usted puede hacer durante la lactancia. La Nutrición Médica correcta le ayuda a manejar las exigencias nutricias adicionales de su cuerpo a medida que avanza la lactancia incluso si existente deficiencias nutrimentales en la madre. El objetivo es mantener o mejorar el estado nutricio de la madre, lo cual hace posible un mejor perfil nutricional de la leche materna. Por lo tanto, una buena nutrición de la mujer lactante significa un mejor aporte de proteínas, hidratos de carbono, lípidos de calidad, minerales, vitaminas y agua en la leche materna. Este perfil optimizado cubrirán el mantenimiento de las funciones basales, el gasto energético, la demanda propia de la formación de nuevos tejidos del bebé y evitará la desnutrición de la madre. Bajo ninguna circunstancia reemplazar la asesoría profesional por consejos de «influencer» ni similares, ya que se ha demostrado que el 87.9% de los «argumentos» son desinformaciones con verdades a medias, lo cual logra alejar a los pacientes de la atención profesional, siendo perjudicial para su salud.

Incremento de necesidades nutrimentales

La disminución de peso correcta es lo esperable como parte natural de la lactancia. ¿Cuánto peso es saludable perder?,  ¿Cuál es la dosis de kcals y  nutrientes clave a aumentar? dependerá del estado nutricio previo del embarazo. Pregúnterle al especialista en Nutrición Médica cuáles son sus nuevos requerimientos nutricionales que usted necesita, siempre es la mejor de las mejores ideas para garantizar la salud de la madre y del bebé en crecimiento. Está demostrado que una madre desnutrida (con o sin sobrepeso y obesidad) o con carencia de nutrientes  en su dieta, produce una leche baja en nutrientes, por lo que es imperativo que acudan a consulta con su especialista en Nutrición Médica para evitar daños irreversibles tanto para la madre como en el bebé en crecimiento. Si bien es aceptado que en el primer semestre de lactancia el incremento calórico sea de 600 kcal/día y en el segundo trimestre sea de 450 kcal/día, esta energía debe de estar embebida en alimentos que contengan ciertos nutrientes clave. En seguida mostramos los requerimientos nutrimentales clave para una mujer sin desnutrición,  sobrepeso ni obesidad, es decir, en óptimo estado nutricio previo post embarazo:

Recuerde que antes de tomar cualquier suplemento primero se deben de corregir las deficiencias de la dieta habitual de la mujer lactante. Pues si bien es cierto que hay nutrientes que se deben de incrementar durante la lactancia, la realidad es que es igual de importante asegurar la dosis correcta del resto de vitaminas, minerales, lípidos de calidad, perfil de fibra y carbohidratos complejos para que el cuerpo de la madre funcione adecuadamente y el bebé reciba la dosis de nutrientes necesarios para su desarrollo, minimizando el riesgo de desnutrición, tanto para la madre, como para el bebé en crecimiento.

Acompañamiento Médico-Nutricio

A) Nutrición Médica basada en la selección de un modelo dietario médico-terapéutico apropiado, según el estado nutricio de la madre, para garantizar la corrección de deficiencias nutrimentales (si las hubiera), que acompañe el correcto descenso de peso corporal, la aportación de nutrientes críticos durante la lactancia, ya que se ha demostrado que la leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y lactantes, pero esta puede estar disminuida en nutrientes dependiendo del estado nutricio de la madre. Las reservas nutricionales de una mujer lactante pueden estar más o menos agotadas como resultado del embarazo y la pérdida de sangre durante el parto. La lactancia plantea necesidades nutricionales especiales, principalmente debido a la pérdida de nutrientes a través de la leche materna. Por lo tanto es imperativo iniciar o continuar con una terapia nutricional óptima para garantizar la nutrición adecuada, tanto a la madre, como al bebé en crecimiento.

 

B) Plan de Entrenamiento Científico, con una correcta implantación de ejercicios aeróbicos y ejercicios de fuerza durante la lactancia, se ha demostrado que aumenta la fuerza física, ayuda a una pérdida de peso apropiada, mejora el bienestar físico y mental, sin disminuir el suministro de leche, mejora la salud del corazón y el estado físico general, incrementa los niveles de energía, reduce los niveles de estrés, mejora la fortaleza ósea, ayudar con el tratamiento de la depresión posparto, sin tener efectos adversos sobre la leche materna.

 

Efecto del ejercicio sobre la leche materna y el suministro: No afecta el suministro de leche materna, no compromete los factores inmunes importantes (SIgA, lactoferrina y lisozima), no tienen efecto sobre nutrientes principales (grasas, proteínas, lactosa) o densidad energética, ni sobre minerales principales (calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio). A algunas mamás les preocupa la acumulación de ácido láctico después del ejercicio y si esto afecta su leche materna. El ejercicio leve o moderado no hace que el ácido láctico aumente en la leche materna y no afecta al bebé que toma la leche. 

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