Nutrición Médica en la Tercera Edad

En el adulto mayor las necesidades energéticas disminuyen a la par con el avance de la edad, es decir, se debe de comer menos. Sin embargo, a medida que disminuye el consumo total de alimentos, también disminuya la ingesta de muchos nutrientes. Debido a que al intentar satisfacer las necesidades energéticas, generalmente no se satisfacen las otras necesidades nutrimentales. Esto resalta la importancia del cálculo correcto de nutrientes contenidos en las cantidades de los alimentos, es decir, el ratio kcals/nutrientre las cuales deben de ser suministradas al adulto mayor para evitar la malnutrición, en sus diferentes presentaciones como desnutrición, sobrepeso y obesidad. Recordar que las personas con sobrepeso u obesidad también tiene severos problemas de desnutrición debido a que han desplazado los alimentos de calidad por otros densamente energéticos. La malnutrición en cualquiera de sus formas es una constante en el adulto mayor.

Los adultos mayores malnutridos (desnutridos, con sobrepeso u obesidad) tienen más probabilidades de tener peores resultados de salud, estancias hospitalarias más prolongadas y una mayor mortalidad. La carga económica de la desnutrición relacionada con las enfermedades crónicas desarrolladas a lo largo de la vida es significativa y se necesitan echar mano de las herramientas de la Nutrición Médica para minimizar, mejorar síntomas y potenciar los tratamientos contra las enfermedades crónicas degenerativas muy presentes en la tercera edad, así como aumentar en la medida de lo posible la masas muscular, pues su pérdida genera una enfermedad denominada obesidad sarcopenica que es un proceso por el cual se sustituye el músculo por tejido adiposo, lo cual disminuye la fuerza, favorece las caídas y fracturas, propiciando la discapacidad y muerte del adulto mayor. 

Acompañamiento Médico-Nutricio

A) Nutrición Médica complementaria basada en la selección de un modelo dietario médico-terapéutico apropiado que ha demostrado que disminuye el riesgo de presentar infecciones respiratorias, diarrea, retraso cognitivo que en gran parte es irreversible, corrige y previene la malnutrición en sus forma de desnutrición, sobrepeso y la obesidad, controla y mejora los síntomas de las enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares, disminuye el riesgo de caída, fracturas, discapacidad, hospitalizaciones de larga estancia, lo cual conlleva a un ahorro económico familiar muy significativo. Por cada dólar que invierta en Nutrición Médica estará ahorrando cientos de dólares en tratamientos previsibles.

 

B) Plan de Entrenamiento Científico, está demostrado que ayuda al adulto mayor a mejora la circulación sanguínea; elimina grasa patógena (subcutánea, visceral e intraorgánica), disminuye el colesterol en sangre, previene y controla la presión arterial alta; fortalece los huesos, incrementa los niveles de energía, libera tensión, mejora la calidad de sueño, mejora la autoimagen, ayuda a controlar el estrés, combate la ansiedad y la depresión, aumenta el entusiasmo y el optimismo; aumenta la fuerza muscular disminuyendo el riesgo de caída. Por tanto, es imperativo establecer los hábitos de ser físicamente activo y llevar a cabo un Programa de Entrenamiento Científico, lo cual trae consigo los beneficios al minimizar el sedentario y controla enfermedades crónicas degenerativas. Aportándole al adulto mayor un alargamiento de la vida y una mejor calidad de la misma.

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